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MURCIA.COM
Cultura y Roque Baños se unen para crear proyectos que generen nuevas oportunidades para los artistas murcianos
El compositor jumillano y director artístico de la Sinfónica de la UCAM se reunió con la consejera de Cultura, Noelia Arroyo, para trazar líneas de trabajo conjunto en los próximos meses
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SE TRATA DE ADRIANO
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Busto del emperador Adriano recientemente descubierto en Yecla (Murcia) |
http://www.laverdad.es/murcia/culturas/201502/05/encuentran-yecla-busto-emperador-20150205014443-v.html
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El día que murió en la hoguera Jacques de Molay
Y toda fiesta tiene un invitado de honor. Este ha pasado la noche en la isla, en una jaula improvisada hecha con maderos. Un niño hubiese podido escapar de ella en cuestión de minutos, pero el despojo balbuceante que los alguaciles sacan de su interior apenas es capaz de tenerse en pie, cuanto ni más huir. Le conducen frente al preboste de París, que aguarda inquieto frente a la pira. Cambia el peso de un pie a otro, incómodo por la humedad y por la tarea ingrata. Cuando desenrolla la sentencia y se la lee al reo, lo hace con voz trémula y ojos esquivos.
-Jacques Bernard de Molay, vigésimo tercer Gran Maestre de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y el Templo de Salomón, conocidos como templarios. Has sido juzgado y hallado culpable por tu propia confesión de los delitos de herejía, idolatría, simonía y blasfemia contra la Santa Cruz. Por ello has sido condenado a morir en la hoguera.
-Fui condenado a cadena perpetua, no a muerte. Y me retracté de esa confesión, obtenida bajo tortura -susurra el anciano.
El preboste mira a Molay con compasión no exenta de culpabilidad. Sabe que la confesión ha sido arrancada de forma cruel. Tras siete años de prisión, el anciano ha quedado reducido a una sombra de lo que fue. Pese a ello, cuando la sentencia se proclamó en firme, Molay fue tan torpe de no aceptarla con la sumisión esperada.
-Rechazasteis la misericordia del rey Felipe proclamándoos inocente cuando ya habíais sido hallado culpable. Añadisteis el pecado de la soberbia a los que ya poseíais. Y os condenasteis a vosotros mismos y a los templarios a la desaparición.
-Ya no existen, mis hermanos ya no existen -replicó el anciano, meneando la cabeza-. Pero la orden vivirá para siempre.
113 caballeros templarios habían sido ya asesinados en la hoguera por los hombres de Felipe. Aquel era el último que quedaba en Francia.
-No le será tan fácil -repuso Molay, tirando torpemente de la túnica deshilachada y mugrienta que era toda su vestidura. La mano huesuda descubrió un hombro escuálido. Allí, cerca del corazón, el anciano había lacerado su carne, dibujando una cruz, la misma que había guiado su espíritu durante los 71 años de su existencia. Había usado el mango de una cuchara hacerlo, afilándolo contra una piedra suelta en la pared de su celda.
El preboste ahogó un quejido de repugnancia al ver aquello. Los bordes irregulares de la herida se habían infectado y estaban llenos de gusanos.
-Felipe y Clemente me matarán, pero no me impedirán morir con la cruz en el lugar donde siempre ha estado -añadió el anciano.
-Sea pues. Morid con la cruz, y que la orden muera con vos -dijo el preboste, haciendo un gesto al verdugo.
El encapuchado arrastró a Molay hasta el poste, alrededor del cual se habían dispuesto haces de madera seca por todas partes excepto donde debían ir los pies del prisionero. Al verlo, el templario pidió al preboste que se acercase.
-Me gustaría morir mirando a Notre Dame.
El preboste dio unas cuantas órdenes, y los guardias cambiaron de sentido los haces de leña a regañadientes. Ataron al anciano al poste, y finalmente colocaron algo más de combustible sobre las canillas blanquecinas y llenas de costrones del viejo guerrero.
El verdugo se acercó entonces al lugar donde apilaba sus enseres, y cogió un cubo donde guardaba paja húmeda. Iba a acercarse a la pira con él, pero el preboste le detuvo.
-Dejad eso.
Incluso a través de la capucha de cuero se percibió el desagrado del verdugo. No era un hombre que disfrutase haciendo daño a otros. Había perfeccionado su trabajo para matar con el mínimo dolor posible, y eso incluía la paja húmeda cuando alguien era condenado a la hoguera. El fuego arrancaba gran cantidad de humo de la paja, provocando que el reo se ahogase mucho antes de que el fuego le abrasase la carne.
-Sólo es un viejo inútil -dijo.
-El rey ha dicho que no -zanjó el preboste.
¿Qué terribles delitos había cometido aquel anciano para que la condena fuese tan dura? Ninguno, si hemos de juzgar su proclamación pública de inocencia, lejos de las lancetas y las cuerdas de los torturadores. Pero no eran sus crímenes los que habían enfurecido al Papa Clemente y al Rey Felipe el Hermoso. Era la existencia de los templarios la que significaba una amenaza para los poderes de París y de Avignon, donde estaba entonces la sede de Pedro.
Origen de la orden
Les persiguieron, les arrestaron, les torturaron, les hallaron culpables y les encerraron. Uno a uno, eran vulnerables. Uno a uno, fueron cayendo los guerreros mejor entrenados de la Cristiandad, bajo los perros del rey, campesinos con espada que sólo tenían a su favor el número; pero no la razón, ni la justicia ni el honor.
Ya se acerca el verdugo a Jacques de Molay, con la antorcha encendida en la mano. En el amanecer grisáceo, la bola de fuego anaranjado arranca ocasionales tonalidades azuladas del cielo encapotado. El viejo templario, que tiembla de frío y de miedo, casi agradece el calor de la antorcha cuando prende la base de la pira, mandando una engañosa y agradable sensación a sus pies helados.
«Dieu vengera notre mort!», musita el anciano varias veces, como ensayando para sí mismo, antes de tomar aire y repetirlo a gritos. Y su garganta reseca encuentra fuerzas para proclamar su inocencia. La voz cascada se aclara por última vez, y el viejo semidesnudo vuelve a ser un príncipe de la cristiandad. Un gigante poderoso cuya maldición vuela por encima de las cabezas de la gente, espanta a las palomas que anidan entre las gárgolas de Notre Dame, y se alza hacia el cielo para convertir el epitafio en presagio.
«¡Pagarás por la sangre de los inocentes, Felipe, rey blasfemo! ¡Y tú, Clemente, traidor a tu Iglesia! ¡Dios vengará nuestra muerte, y ambos estaréis muertos antes de un año!»
Las llamas muerden los pies del anciano, convirtiendo el final de su proclama en un alarido de dolor, que sella su destino y firma con sangre la maldición. Una maldición que se cumplirá al pie de la letra, pues tanto el Papa como el rey de Francia mueren a los pocos meses. Castigo divino o no, desde ese 19 de marzo de 1314 vivirá para siempre en la imaginación de todos nosotros la leyenda de los valientes y abnegados defensores del Santo Sepulcro, de los monjes que partían a mandoblazos cráneos de sus semejantes sin sentir ni por asomo la ironía: La leyenda de los caballeros templarios.
* Felipe IV el Hermoso rey de Francia.
* Clemente V. Papa.
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FLETAMOS UN MICROBÚS
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El escritor y colaborador del programa ‘Cuarto Milenio’ Javier Sierra pasó por Ponferrada para presentar su último libro ‘El maestro del Prado’ y participar en una conferencia en la que, bajo el título ‘¿Estuvieron los templarios en América?’, plantea la posibilidad de que los caballeros de la Orden del Temple cruzasen el Atlántico y descubrieran ese nuevo continente antes de que lo hiciera Cristóbal Colón en 1492.
Fuente: http://www.infobierzo.com
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Santa María de Gracia, talla en madera noble realizada por Rollán |
EN RED
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Valencia
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![](http://www.monografias.com/trabajos53/maria-magdalena/Image6569.gif)
¿Es cierto que María Magdalena huyó al sur de Francia, junto a José de Arimatea, trayéndose consigo el Santo Grial? Si es así, ¿dónde está su tumba?. ¿Es cierto que vino embarazada de Jesús de Nazaret dando lugar al llamado Linaje Sagrado?. ¿Fueron los Reyes Merovingios descendientes de Sara, el retoño de María Magdalena?. ¿Existió el llamado “Priorato de Sión” dispuesto a ocultar y salvaguardar este secreto? ¿Fue esta fascinante historia la que descubrió el abad Bérenger Saunière en Rennes-le-Château en unos documentos escondidos tras el altar?.
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Por lo demás, te confieso que no acepto aún con resignación el que Dios me haya privado de tu gozosa presencia por su misterioso designio, de modo que no pueda verte de vez en cuando; porque si hubiera sido posible, jamás hubiera querido que te alejaras de mí.
Podré acaso olvidar nuestra primera amistad y los beneficios que tan generosamente acumulaste sobre nuestro monasterio? ¡Ojalá Dios, por cuyo amor lo hiciste, tampoco se olvide jamás de ti!
Por mi parte, nunca seré ingrato contigo, guardaré en el espíritu el recuerdo de tu espléndida caridad y, si tengo ocasión, lo demostraré con las obras. ¡Qué gustosamente intentaría hacerlo, tanto en lo material como en lo espiritual, si hubiéramos podido vivir juntos! Pero como no es así, sólo me queda orar siempre por el ausente, ya que carezco de su presencia…..»
http://www.men-car.com/
6 respuestas a “CULTURA TEMPLARIA”
¿Este menda se sabe si se lo montaba de copas?. Un abrazo cuadrilla
Este Bernardo estaba muy enterao
Menuda actividad
Hola, soy Edu. Feliz Navidad!
Olé!Josep
Tengo un nene precioso, me he casado y tengo un trabajillo como Manolo, somos muy felices nunca te olvidaremos y muchas gracias
Que info más güay
Fuentes
Alhama del Júcar